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LA SALUD EN TIEMPOS DIFÍCILES

  • kedamosalmunia
  • 17 abr 2020
  • 2 Min. de lectura

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Nos encontramos ante una situación totalmente inesperada, cargada de incertidumbre y de sentimientos y emociones mucho más florecientes y, en ocasiones, encontrados.

Los cambios forzosos, motivados por la crisis sanitaria, a los que las personas nos hemos tenido que adaptar, en un muy breve espacio de tiempo, están ocasionando arduas situaciones a las que hacer frente.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) define la salud como el “estado de completo bienestar físico, psíquico y social, y no sólo la ausencia de enfermedad”. El equilibrio entre las diferentes dimensiones posibilita la percepción de unos niveles de salud óptimos, por ello, no es conveniente centrarnos en una única dimensión, descuidando las otras. Nuestra concepción de la persona como una unidad bio-psico-social coincide con esa fehaciente interrelación y equilibrio que se enuncia en la definición de la OMS. Todos coincidimos, y mucho más en estos momentos, con la absoluta necesidad de mantener una salud física óptima, pero no menos importante, y condicionante, es el mantenimiento favorable tanto de la esfera mental y como de la social, ya que éstas repercuten directamente en la primera.

Ha transcurrido más de un mes desde la activación del estado de alarma, la situación de confinamiento se está alargando y puede poner en riesgo el equilibrio de nuestro estado de ánimo, manifestándose situaciones de malestar, desánimo, estrés, ansiedad, miedo, etc. En cierta manera, estas manifestaciones, pueden ubicarse dentro de la norma, ya que nos encontramos ante un escenario desconocido que genera preocupación. El problema real puede plantearse ante la cronificación o la agudización de estas situaciones que pueden desencadenar en un trastorno mental.

Es necesario establecer pautas y rutinas, atender a las recomendaciones y permanecer alerta ante los signos que inciden en nuestro estado de ánimo, y no infravalorarlos. La solicitud de apoyo profesional en un momento inicial suele ser muy favorable y conveniente para aprender a gestionar estas situaciones, para intentar evitar, en la medida de lo posible, su transformación en una patología o que surja una crisis. También imprescindible es mantener convenientemente nuestra esfera social. Somos seres sociales y como tales precisamos de la interacción con otras personas, a pesar de la actual situación debemos mantener el contacto social, con los medios que tengamos a nuestro alcance, especialmente con aquellas personas más vulnerables en estos momentos, sólo así podremos, entre otros, aminorar los sentimientos de soledad y evitar situaciones de aislamiento, que pueden poder en riesgo su salud, en sentido amplio.

Toda la sociedad está centrada en la lucha contra esta pandemia que ha provocado una transformación en nuestras modos de vida. La situación ha permitido sacar a la luz lo mejor de todas y todos. Es el momento de manifestar la resiliencia con la que todo ser humano cuenta, y si esto no es suficiente para sobrellevar la situación, solicitar ayuda profesional. Debemos ser conscientes de la magnitud del momento que estamos viviendo, pero también que estamos ante una situación pasajera, que, previsiblemente, va a suponer una serie de cambios en nuestra forma de relacionarnos con los demás pero que va a generar fortalezas y habilidades que nos permitirá continuar con nuestro proyecto vital.

Sonia Larena López

Trabajadora Social. Colegiada nº 1749

Master en Asistentes Sociales Psiquiátricos

Miembro del Equipo Técnico de Kedamos

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